Dice un cuento que la vida es como un collar de perlas, cada experiencia es una perla. A primera vista, todas las perlas parecen preciosas e iguales, pero cuando las miras de cerca todas ellas tienen un puntito negro, una pequeña imperfección. Esta imperfección forma parte de la experiencia, una experiencia que no ha sido del todo perfecta.

En las piezas, Laura refleja este collar de perlas. Para ella, el reflejo de la vida misma, el trabajo hecho a mano, genuino. En todas ellas se ve el trazo de la mano. El rastro del gesto.

Cada pieza está hecha a mano, por lo tanto, única e irrepetible. El proceso de creación se adapta a cada una de ellas, haciendo posible la utilización de tres técnicas diferentes; torno, modelado o molde.

Sumérgete en su mundo y observa la belleza del trabajo hecho a mano.